Aumenta la popularidad de la moda rápida
Por término medio, los estadounidenses tiran 81 libras de ropa cada año. Eso es lo que dice SMART, la Asociación de Materiales Secundarios y Textiles Reciclados. También dicen que el 95% de los textiles que usamos pueden ser reciclados, pero ahora mismo sólo el 15% se dona o se recicla y el resto va a parar a un vertedero.
Si estás en TikTok o Instagram, habrás escuchado las advertencias de algún creador de contenidos sobre la “moda rápida”. Es cuando la ropa de moda -pero típicamente mal hecha- se produce rápidamente en enormes volúmenes. Se lleva a los minoristas cuando la demanda de la tendencia es máxima y se vende a un precio muy bajo. Dado que las tendencias se mueven con rapidez, la moda rápida es una de las principales causas de los residuos de ropa, y de muchos otros problemas.
Una diseñadora de ropa afincada en Nueva York, Kathleen Tesnakis, se ha propuesto cambiar el mundo con la moda sostenible.
“Es comprar ropa usada, es aprender a reparar la ropa. También es invertir en productos de buena calidad. Es invertir en productos fabricados localmente. Apoyar a la gente que hace las cosas de forma positiva para el planeta”, dijo Tesnakis.
En 1996, trabajando como diseñadora textil, Kathleen encontró su pasión en una pila de viejos jerséis de lana. Su marca de ropa y estudio de diseño “Ekologic” nació del deseo de demostrar que las prendas recicladas podían ser más bellas en su segunda vida, e impulsar el cambio.
Ekologic utiliza jerséis de cachemira reciclados, procedentes del Estado de Nueva York. Kathleen afirma que su negocio es casi de residuo cero, ya que utiliza casi cada centímetro de una prenda de segunda mano.
El proceso de Ekologic tampoco requiere el uso de tintes o productos químicos, algo que no puede decirse de la industria textil en general.
Según CDP.net -una organización sin ánimo de lucro que ofrece una plataforma para que las empresas revelen y gestionen su impacto ambiental- el sector textil y de la confección contribuye en gran medida al consumo excesivo y a la contaminación del agua en todo el mundo. Este es un problema especialmente en los países del tercer mundo.
La moda rápida aumenta su popularidad para vestirse de forma barata, pero conlleva costes inesperados
Según la organización “Good Clothes, Fair Pay”, la industria de la moda rápida explota a los trabajadores pagándoles salarios bajos. La información de FashionRevolution.org muestra que en lugares como la India -donde se produce una gran parte de la moda rápida y los trabajadores de la confección son principalmente mujeres- también están sometidos a malas condiciones de trabajo.
“La moda lenta es una moda transparente, es decir, puedes saber quién la hace, saber cómo se fabrica, cuáles son los materiales… Estas prendas están pensadas para durar más tiempo”, afirma Tesnakis.
Tesnakis sabe que puede ser difícil cambiar a una mentalidad de reutilización/reciclaje cuando se trata de ropa, pero tomar pequeñas acciones puede realmente dar resultados.
“Mucho de esto es reaprender comportamientos. No tiene por qué ser un proceso de ansiedad. Puede ser divertido y fortalecedor”, dijo Tesnakis.
Y Tesnakis será la primera en decirlo: la ropa de Ekologic no es barata, pero dice que durará entre diez y veinte años, es única y apoya la economía local. Añade que la moda sostenible tiene varios niveles. Puedes ir a TJ Maxx, Target o Walmart, pero debes mirar las etiquetas de la ropa para ver si es “Better Cotton” u “Oeko Tex”, que certifica que los productos están libres de sustancias químicas nocivas.